lunes, 31 de enero de 2011

Un cuento para el Treinta y uno

Érase una vez en un reino oscuro y sombrío,
Antaño lleno de verde y de esplendor,
Un príncipe meditabundo de mirada perdida,
Un príncipe marcado por una funesta maldición.

No recordaba su pasado antes de tal hechizo,
Había caído en una retorcida espiral de desolación,
Arrastrando consigo a su reino,
Bajo la copia de sentimientos de una burda imitación.

La Corte estaba conmocionada y preocupada,
Podían oírse a las mujeres y a los niños llorar.
Él se había convertido en un horrible monstruo,
Que ni su propio reflejo podía recobrar.

El único tesoro que conservaba de aquel mundo,
Era una flor.

Tan frágil.
Que la mantenía protegida por un delgado cristal.
Tan delicada que embriagaba con su candor
A través de su debilidad.

Su obsesión llegaba a tal,
Que la observaba noche y día,
Día y noche, sin pensar en nada más.

Había olvidado el color del cielo,
Había olvidado el sabor de la comida.
Había olvidado los pequeños placeres
Que lo otorgaba la vida.

Sentado en las escaleras de su palacio,
Bajo las imponentes sombras
Que formaban con su trono las luces del ocaso,
Devastado, él pensaba.

En aquello que tanto le quitaba el sueño,
E impulsado por un cúmulo de emociones,
Decidió romper las cadenas
Que para si mismo había forjado.

No importaba el principio,
Sólo el final de la historia.

Se acerco a la belleza en forma,
Levanto la mampara protectora,
Y observó,
Como el aíre la asfixiaba y la extinguía lentamente.

Se oxidaban y marchitaban sus pétalos.
Y con formen caían cual lagrimas al suelo,
Su corazón se partía.

Se partía dividido en más pedazos
De los que la mente humana pudiera imaginar.

Vio los restos,
Los restos de su creación.
Dejaba partir aquello que tanto quería,
Antes de que se convirtiera en su propia destrucción.

Aquella flor,
Aquella rosa que le había cautivado,
Era las actuales cenizas y el resultado
De todo cuanto en esta vida había ansiado.

sábado, 29 de enero de 2011

In Sanatorium


Con cuantas balas
Se hace emocionante
Una ruleta rusa,
¿Cinco o una?

He cruzado la puerta al otro lado,
Y ya no hay vuelta atrás.

Me estoy consumiendo rápidamente,
Mi cuerpo y mi alma se evaporan,
De mi no quedará en breve nada más.

Mi corazón y mi mente
Son un parque de atracciones,
Una bala disparada que falla,
Una herida que supura y me desangra.

Al son de cornetas y tambores en aguda sinfonía
Que dan comienzo a una función.
Suenan risas de payasos,
Sombras y danzas macabras allá donde se pone el sol.

Drogas, alcohol y luces,
Alumbran focos halógenos
Frente a la carpa desde el exterior.

Paredes blancas que relucen,
Mis ojos son cegados por la claridad,
Un lugar para el estrépito del vacío,
Dónde todo regresa a la oscuridad.

Estoy en mitad del escenario.
Estoy perdiendo, perdiendo,
Me estoy perdiendo en mi propio reflejo,
Y aún sigo sin recordar como empezó todo esto.


jueves, 27 de enero de 2011

Arena & Viento

Hay momentos en los que ves la vida pasar
Y piensas,
¿Esto es una mala broma?
No sé si  reír o llorar.

Simplemente, respiro,
Respiro y sigo respirando.
No quiero tirar más días,
Pero no está en mis manos.

Se escapa a mí,
Y no quiero tirar más momentos,
Ni pensamientos,
Ni pedazos de mi cuerpo.

He relegado mi corazón a la nada,
Permanecerá en el exilo,
Hay otras cosas con prioridad alfa.

Me da igual ser Baldur
y estar completamente ciego,
Vengan las flechas que vengan,
Que pasen y agujeren el vacío de mi pecho.

Pues en esto,
Sólo hay algo certero y verdadero.
Lo más valioso de este mundo,
Es el tiempo.

sábado, 22 de enero de 2011

El último juego prohibido

¿Jugamos a un juego?
Lo denominan seducción,
Dicen que el primero en amar
Es el gran perdedor.

Al parecer,
No habrá vuelta atrás,
Venderás tu alma
Y apostarás tu corazón.

La adrenalina y el riesgo
Te crearán adicción,
Pero el resultado final
Será el quid de la cuestión.

Todo empezó con un juego
Y continuó con:

Una rosa marchita,
Un príncipe desencantado.
Un final realista,
Y un cuento sobreestimado.

Que triste es el día
Pues contradigo a mi olvido,
Deseo tenerte
Y mirar estrellas contigo.

Pero al tenerte a mi lado,
Sentiría el pesar.
Porque tú no me amas,
No sientes más que amistad.

No completo tu mundo,
Yo no fui suficiente,
Por tanto prefiero,
No tenerte en mi mente.

Fin del juego.



viernes, 21 de enero de 2011

Fuerzas de la naturaleza

¿Qué pasa cuando una fuerza imparable
Choca contra una fuerza inamovible?

Que se rompe un corazón.

No importa el de quién,
Pero al menos uno debe romperse
Y dejar paso al otro.

O la fuerza imparable,
O la fuerza inamovible.

Porque tarde o temprano,
Una arrasará con la otra.

jueves, 20 de enero de 2011

Chispa de luz

Es inocente, risueña y candorosa,
Es más dulce que el azúcar,
Una jovencita de cuento.

Es agradable e interesante,
En su grado atrayente,
Y con un encanto especial.

Es amable y afable,
Es en exceso adorable.

No es placebo a mi enfermedad,
Es una deleitosa taza de exquisito chocolate.
Alguien capaz de decirme que soy un sueño,
que no puedo ser real.

miércoles, 19 de enero de 2011

Alas para un pez

Decidí tirar mi corazón bien lejos,
Desde el acantilado del cual nos arriesgamos.
Y ahora, no soy más que un muñeco de trapo,
Donde puedes clavar tus alfileres más afilados.

Por mucho que grite soy incapaz de romper el silencio,
Más mis palabras solo resuenan en el hueco de mi pecho.

Pero ese no es el problema,
Sino más bien que vendí mi alma
A precio de coste.

Y la figura pensativa de frío mármol
No ha resultado ser otro extraño,
Sino más bien mi reflejo en el agua
De un viejo estanque abandonado.

Impasible a mi propia presencia,
¿Impongo tanto miedo?
La pregunta es la respuesta.

Sentado en mi trono de hierro,
Ya podría acabarse el mundo entero,
Que sólo habría una cosa que podría destrozar
Las altas torres de mi delicado castillo de cristal.

¿Puede acaso un pez volar?
¿Y a un pájaro poder amar?
¿Y ese pájaro corresponderle?

Y si es así,
¿En que lugar podrían estar?

lunes, 17 de enero de 2011

Alegoría versada

Dulce dama de cabellos rubios como el oro,
El sol resplandece perfilando sus contornos.
Sonríe inocente a mi instinto de lobo,
Y me encuentra en las sombras bajo un manto de plomo.

Soy el animal herido que ha rescatado
Con su capa rojiza camina a mi lado,
Del verde bosque a las amplias colinas,
De mi castillo ambulante a las arenas perdidas.

Mi hambre voraz no ha cesado del todo
Y la joven me sana con atención y decoro.
Deleitosos cuidados para una bestia salvaje,
Y mágica ella presume de virtuoso brebaje.

Amansa a la fiera bajo el sol de la noche,
La adormece entre arrullos mientras el tiempo se esconde.

Dedicada y tierna la joven se muestra,
Atrayendo al lobo sentado en la estepa,
Él aúlla vigoroso a la inmensa luna llena.
Esperando curioso el poder volver a verla.

Con cariño a Lorena.

domingo, 16 de enero de 2011

Coma

Tengo el cerebro frito,
El corazón destrozado,
Y el alma cansada.

El sueño me arrasa.
Salé el sol cada mañana,
Pero sus rayos no caldean mi cuerpo.

Hay miradas que expresan demasiado
Y se guardan en los rincones más recónditos de tu coraza,
Existen despedidas que no valen ni un adiós
Y otras que no se pueden describir ni con más de mil palabras.

Ya no significa nada para mi piel llena de alfileres,
El resplandor ciega a mis exhaustos ojos enrojecidos por la nieve,
Y toda esta claridad me obliga a retornar a la oscuridad.

Me asusta como se esta resquebrajando
mi mascara de salud mental.

Hay inesperados golpes que trastocan tu frágil mundo,
Hacen que la realidad choque de lleno contra tu pecho,
Convirtiéndolo todo en un absurdo y delirante mal sueño
Del cual no consigues poder despertar.

Aunque realmente no importa,
Cuan enfermo pueda sentirme.
Dios sabe que no estoy en casa,
Hace un tiempo que abandone el amparo de esa luz.

Dejo que el frío me abrace fuertemente,
Dejo que el blanco impoluto del invierno
Sea el color que prolifere en mi mente.

La sangre ya no fluye como antes,
El rojo resalta y contrasta en el mármol,
Una piedra por corazón como un puño deshilachado,

Cuyo pulso disminuye
junto con los apagados pasos de atentos extraños.

jueves, 13 de enero de 2011

Presente simple

Ahora sé,
Que la vida no tiene sentido,
Ahora sé,
Que por completo te he perdido.
Ahora sé,
Que todo me da igual.

Y el por qué es muy simple,
Porque nada de esto va a cambiar.

Ahora,
Yo elijo y tomo mi camino.
Ahora,
No pienso ni un segundo más en mirar atrás.
Ahora,
Da igual si mi corazón es un puño zurcido.

Y el por qué es muy simple,
Porque nada de esto va a cambiar.

Ahora,
Me doy cuenta de lo estúpido que he sido.
Ahora,
Veo lo sentimientos que por mi has sentido.
Ahora,
Pienso en los errores que he cometido.
Ahora,
Me miro en el espejo y me río de mi mismo.

Y el por qué es muy simple,
Porque nada de esto va a cambiar.

Ahora sé,
Porque los lápices tienen goma de borrar.

Régimen de Degradación

Áridas arenas bañadas en espesa sangre,
Negras olas de petróleo acariciando su superficie.
Putrefacta carne descansando sobre su lecho,
El sol destellando en las alas de pájaros hambrientos.

Un cementerio representado por un valle
De árboles derribados y arrancados de raíz,
Quemados y triturados por abrir el paso.

Eran las llamas del odio de los dioses paganos
Ebrios de avaricia y sedientos de ambición,
En su soberbio mundo exento de pecado.

Sometiendo bajo su yugo al resto de los mortales.
Entre pioneras creencias de suprema gloria
Y en las mentes de los inocentes esclavos
Tejiendo errantes mentiras con la tinta de arañas venenosas.

miércoles, 12 de enero de 2011

El pájaro en su jaula dorada

Se dispara tu mente y tus pupilas se dilatan,
Las paredes de tu cuarto se acercan lentamente,
Se mueven y empequeñecen a tu alrededor.

Esa celda te delata,
Rezas, lloras y te enfadas,
Pero no sirve absolutamente para nada,
Sientes como la desesperación invade tu cuerpo.

Se escapa de tus manos,
No puedes hacer más que cruzarte de brazos,
Aunque corras, aunque huyas,
Es tu misma sombra al pie de tus silenciosos pasos.

Sabes que has perdido el juego,
No hay salida en ese laberinto.
La música que suena en tu cabeza,
No es más que una melodía barata.

Los latidos de tu corazón retumban
Al igual que los cascos de los caballos
De un ejército destinado a la muerte,
En una tierra bañada por la sangre de soldados.

Lo piensas y ese orgullo,
Te niega a creer lo que esta pasando,
Es un mal sueño,
Una pesadilla.

No es real nada cuanto te rodea,
Pero esa sensación te ahoga
Y va apretando poco a poco tu cuello,
Convirtiendo el aire en fuego.

Y entonces te das cuenta,
De que es la soledad quien te envuelve,
Y la frialdad de la noche quien te abraza.

En tu interior la semilla de la agonía,
Que se extiende con el paso de los días.

lunes, 10 de enero de 2011

Disolución

Eras la fresa y yo, el chocolate.
de un helado en pleno verano,
que se derretía cada segundo
bajo el sol de un día aciago.

Tu querido & Decepcionante adiós

Cobarde, cutre, miedoso,
medroso, tímido, temeroso,
pusilánime, atemorizado, apocado,
acoquinado, achantado, encogido,
irresoluto, amilanado, gallina,
cagón, cagueta y un sin fin más.

Pero ninguno de esos sinónimos
podría definirte ni a ti,
ni a lo que has hecho.

Incapaz de coger el toro por los cuernos
de algo que has jodido,
de algo que empezaste,
y que menos, que terminarlo en condiciones.

No de la manera más cobarde,
afrontar las cosas y la realidad,
sin esconderse tras el amparo de la pantalla.

Da igual que uno intente pasar la página,
hacerlo lo mejor posible, avisando con antelación,
sin peleas, ni follones, sólo buenas palabras,
cara a cara intentando no dejar precisamente,
este mal sabor de boca.

Pero ir de bueno
es ir de gilipollas
con personas como tú.

Pues nada, ya eres libre, vuela,
y ahora que te consuelen
brazos masculinos, grandes y fuertes,
dado que es lo que quieres
y seguro que ya los tienes.

Escogiste la opción más fácil, disfrútala,
no tendrás más problemas en esta vida,
al menos con respecto a mi.

Ya tienes lo que querías,
Que te vaya bien
en tu puto mundo tan cuadriculadamente perfecto.

Y Gracias
por irrumpir en mi vida para esto.

domingo, 9 de enero de 2011

Temor

El sutil viento se filtra por la ventana
Acariciando delicadamente su pelo
Negro y liso,
Con un espectacular brillo mágico e irreal.

Ella oye tras de si un sonido
Y se gira para averiguar qué es,
A la vez se mueve con delicadeza,
Meciendo su figura suavemente.

Con ello consigue para el tiempo,
Las gotas de lluvia se detienen.
El viento deja repentinamente de soplar,
Y mi mente se queda en un blanco sepulcral.

Solo la veo a ella,
A ella y nadie más.

Es Helena
Es Erató
Es Venus

Soy incapaz de mirar hacia otro lado,
Temiendo que fuese un efímero sueño,
Para no desvanecerlo por completo al volver mi mirar,
Al igual que el pobre Orfeo junto a su amada.

Podría ser una fantasía de mi imaginación,
Esa maravillosa quimera,
Que se va trasformando en una terrible pesadilla,
Al pensar en que podría perderla

Y así nunca mas poder volver a verla.

Eres mi única musa,
Mi única inspiración.

viernes, 7 de enero de 2011

Sepultura

Ahora, de ti,
Guardo recuerdos muertos,
¿Es mi mente, un cementerio?

Momentos que entierran sentimientos
Por dentro, ardiendo, en mi oscuro corazón,
Un sueño, soy dueño del tiempo en un reloj.

Quisiera abrazar el olvido del descuido,
Pensar que nada de lo nuestro existió.
Creer que todo aquello se ha desvanecido,
En una banal mentira, en un craso error.

Quizás es un sentimiento masoquista,
Ese deshonesto deseo de volverte a ver,
Cada vez que te miro o te recuerdo,
Siento que a tiras arrancan mi piel.

Profundas cicatrices dejaste en mi delicado cuerpo
Por insondables palabras bañadas en tu fría hiel.

Mi mente y mi alma ya no son las que antaño eran,
Se nublan y sucumben al reverso tenebroso del amor.
La aflicción y la aversión me anhelan
Resurgen con fuerza desde la profundidad de mi interior.

Ahora, de ti,
Guardo recuerdos muertos,
¿Es mi mente, un cementerio?


lunes, 3 de enero de 2011

Bosque de sombras

Cada vez hay un abismo más grande,
Una distancia mucho más amplia.

Se mezcla en la sangre
Transformándola en hielo.
Hiel con cada palabra.

Separando el futuro
Esquivando el pasado
Ignorando el presente.

Bailando con el Diablo
Para no dividir mi alma
En más notorios pedazos.

La oscuridad me comienza a envolver
Y cada día que pasa,
El sol teme salir
Y la noche se cierne sobre mí.

Palidece mi piel
Y las sombras son mi nueva morada.
¿Cederé ante la oscuridad?
¿Caeré a sus pies?

Soy el equilibrista de un circo de vanidades,
Me mantengo estático en la cuerda floja,
Caminando sobre tus mentiras y verdades.

Intenté hacer todo lo que creí correcto,
Para vencer a las astutas pesadillas
Que destruían los castillos de mis sueños.

Hay un profundo corte bañado en sal,
Cuya sangre fluye como un río bravo,
Este agonizante cuerpo no responde,
Y los latidos de su corazón se están apagando.

sábado, 1 de enero de 2011

La joven de azul

En su palacio se oculta,
Callada y tímida, serena en la espera,
Su mundo es el país de sus maravillas,
Y tras esta niña el tiempo no corre, ni vuela.

Soy alguien que perdió su particular sombrero
Y se volvió completamente loco, demente,
Perturbado, algo lunático y un poco majareta.

Este damnificado mundo se descompone
Y se desquebraja en mórbidos pedazos,
Más sólo ella tiene la solución.

Discreta me mira y disimuladamente,
Con suma lentitud y cautela a mi se acerca.
Soy yo quien emite las palabras de nuestra conversación
Y es ella quien vergonzosa me contesta y me invita a té.

Fui yo quien se cayó por la madriguera, no ella,
Pero tiende su cálida mano para sacarme de las tinieblas.

Lejos de la obstinación de la reina roja,
Lejos de la desesperación de la reina blanca.
Observo como los pétalos de las flores,
Acarician el tierno rostro de esta hermosa dama.