miércoles, 21 de noviembre de 2012

Las dos caras de la vanidad


Esos ojos que lo dicen todo,
Y esa boca que no dice nada.
Esos mensajes indirectos                                                                    
Entre las líneas de tus textos.

No quiero sujetar tu corona,
No quiero más secretos,
¿Por qué en los malos momentos
Permaneces en silencio?

Si en tus sueños siempre me amas,
¿Por qué no hacerlos realidad?
Sabiendo que existe la posibilidad,
De qué te sirve dejarla escapar.

Y el carrusel gira y gira,
Como las agujas de un reloj,
En esta feria construida
Por la soberbia que refuerza tu vanidad.

Soy tu obsesión,
Tu otro reflejo,
No puedes estar conmigo,
Pero tampoco puedes vivir sin mí.

Se ve en el fuego de tus ojos,
Como ardes por dentro,
El cambio en tu rostro,
E incluso como prende la combustión.

Verme en los brazos de otra,
Y las emociones contenidas
Se convierten en una prisión,
Que hacen que el mundo se aleje de ti.

El amor no es un para siempre en estos tiempos,
Salvo para los capaces de luchar por él,
Es una guerra eterna entre dos,
Cuyo tesoro es la mejor recompensa.

Nunca fuiste una gran guerrera,
Y menos por vestir de negro y llevar cadenas.
Yo necesito una contrincante que peleé en esta guerra
Por, para y contra mí.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Ella


Yo aún recuerdo su última mirada,
Es el amanecer que anhela mi alma.
Yo aún recuerdo su última sonrisa,
Es el latido que a mi pecho hace palpitar.

La belleza no es más que una vaga palabra,
Cuando es su rostro el protagonista de mi canción.
Es la clásica figura de mármol esculpida por el frío amor,
Creada a la perfección para deleitar a mi bohemio corazón.

Mi respiración se esfuma con su presencia,
Mi consciencia es incapaz de pensar en nada,
Necesito que algo reinicie rápido mi mente,
Para que de nuevo el mundo mortal vuelva a girar.