Sr. Esquéleton

Con la festividad de mañana,
Publico una pequeña composición,
Acorde con toda la parafernalia montada.

…

No era más que un juguete en construcción
En la lóbrega factoría del infierno,
Los mineros trajeron ácido y carbón a los hornos,
Para fortalecer su cuerpo y sus huesos.

Soy el amo de este tangible mundo, decía.
Los hilos y el titiritero,
No habrá amor ni compasión,
Sólo lloverán los fuegos del averno.

No pienso cantaros una canción,
Sólo devorar las estrellas del cielo
Y arrastraré conmigo a mi paso
El peor de todos vuestros lamentos.

Seré la pesadilla de la que huyes
En tus dulces y angelicales sueños,
Lucifer me nombró su austero emisario,
Y de suculentas almas me alimento.

Ahora tengo un nuevo encargo,
Dime, si bajo la oscuridad de tu lecho,
Está escondido el vil y perverso monstruo
Que arrancará con afán el corazón de tu pecho.

Luces de ciudad

Las luces en la calle pasan demasiado rápido,
Pero hemos ralentizado el tiempo en nuestra habitación.
Yo tenía el corazón destrozado,
Entonces llegó un mensaje seguido de una conversación.

Perdidos entre la multitud de una ciudad dormida.
Pensaba que nada de esto rozaría la perfección,
Entonces es cuando la realidad superó al sueño
Y me hace pensar en que no quiero volver a soñar jamás.

Caminaba indiferente por esta vida,
Sin tener en cuenta
Que en ella podía haber alguien como tú.

Pasaron los días,
Y ahora, sin ti, mi vida esta vacía,
Me desvanezco como el sigiloso humo
Dejando en el suelo sólo las cenizas.

Me he vuelto demasiado dependiente,
No soy más que un adicto a tu calor,
Me faltas en extremo como el oxígeno
Y no consigo alcanzar la respiración.

La distancia es el peor de los enemigos,
Un afilado cuchillo de doble filo.
Las horas son en exceso lentas y eternas
Cuando miro el teléfono y no hay noticias nuevas.

Estoy perdiendo el control,
Es la contradicción de todo en cuanto creía.
De repente, el mundo desapareció
Cuando escuché por primera vez aquella dulce voz.

Aun recuerdo aquella llamada,
Veía al resto de la gente pasar
Como si fueran pequeñas borrosas manchas
En un paisaje de fotografía artística.

Me desespera tanto tenerte tan lejos
Sintiéndote a la vez tan cerca.
Es una larga espera que me desangra,
Una herida interna que no cierra.

Eres el sol que deslumbra mis días
Y la luna que ilumina mis noches.

Las luces en la calle pasan demasiado deprisa,
Pero hemos ralentizado el tiempo en nuestra habitación
Exentos de los sueños de esta ciudad dormida,
Hemos creado un mundo con los acordes de nuestra propia canción.

El príncipe & La rosa

Érase una vez un principito,
Que deseaba todo cuanto se podía tener,
Pero rara vez conseguía lo que pretendía.

Y cuando lo conseguía
Rara vez era lo que realmente quería.

Vagaba por el mundo en su castillo ambulante,
Ausente y abstraído, viajando y divirtiéndose,
Codeándose con personas muy extravagantes
Con un cierto toque de carácter interesante.

Sin embargo, el príncipe sentía un vacío
Que nada de aquello completaba.

Más un cálido día de verano,
Él conoció a una rosa,
Quizás no era perfecta,
Pero de ahí radicaba y emanaba su perfección.

Su color era rojo intenso
Y sus pétalos más suaves que la misma seda.

Aquella rosa hablaba de sus aventuras
Y el príncipe sólo podía escucharla,
Había silenciado aquel charlatán viajero,
Sonreía para sí mismo mientras la observaba muy atento.

Era única en el jardín de las estrellas
Pues brillaba resaltando sobre el resto.
No había rosa como aquella
Y el pequeño príncipe lo sabía con ciencia cierta.

Ahora,
No importaba nada más,
Su mundo estaba completo.

Y de su corazón dividido
Había encontrado aquella parte
Que años atrás,
Creía haber perdido.

Dante

Más allá de los sueños...

Me has enamorado,
Aún cuando se con ciencia cierta
Que no me esta permitido,
Sin embargo, simplemente ha ocurrido.

Todo tiene una razón,
No es una casualidad
En las cartas del azar.

Has puesto precio a mi imaginación
Pero tan solo tú puedes comprarla.
Ni si quiera el Diablo
Puede entrar en la subasta.

Facilitas la claridad de los paisajes
De tu pintado paraíso en mi mente errante.

Puedo llevarte a ese mundo donde
No existen los límites para los dos
Y el tiempo no tiene importancia.

Me crearon para el Infierno,
Soy un esclavo condenado.
Aunque, a pesar de todo,
Tú, a mi alma has liberado.

Pero aún quedo mi cuerpo
Prisionero del fuego helado.

Que no te tiente el orgullo,
Es la negación de la negación,
Una difícil senda
Donde aún no ha salido el calido sol.

Me has mostrado el cielo.
En las profundidades del abismo.

Incluso en este pozo de muerte absoluta,
Donde mora aquel del millar de nombres
Congelado hasta la cintura
Siento en el vacío hueco de mi pecho ese calor.

Cuidado pues él llora lagrimas de odio,
Impotencia e ignorancia
Mantén una prudente distancia
Y evita acercarte a sus abominables alas.

Distancia

Me gustaría que estuvieseis en mis brazos
O yo en los vuestros.
Es demasiado el tiempo en el que os tengo lejos,
Tan lejos de mi calor y yo del vuestro.

Cada día, con la primera luz del alba,
Es vuestra cálida imagen la que me abraza
Y me despierta dulcemente.

Odio todo cuanto me mantiene apartado de ti
Y nos separa.

No encuentro alimento que pueda saciar mi hambre,
Ni si quiera el agua puede saciar mi sed,
No me reconforta ninguna compañía o entretenimiento.

Tan solo puedo respirar
y porque es una obligación vital de mi cuerpo.

Mi mente es esclava del bucle que has creado,
Una espiral de pensamientos sobre ti,
Tu como una imagen estática que me observa,

Dentro de la profundidad de mis ojos
Arrebatándome el mundo que me rodea.

Soy prisionero del beso
Que nunca debiste darme
Aquella tarde de verano,
En aquel banco gris del parque.

Ábreme en canal

Estar enamorado es la mierda mas grande
que te puedan echar encima.

Te jode desde dentro
como una enfermedad
te destroza, te quema.
Te obsesiona y te rodea.

Vas muriendo poco a poco
en silencio y en la distancia.

Es imposible de evitar,
una fuerza imparable que arrasa sin importar
los sentimientos que en ti puedas guardar.

Un día te levantas
y sientes valor para hablar.
Cuentas y revelas toda esa mera verdad.

Y cuando crees que cruel
es tan sólo una palabra
Ves que se ha hecho realidad
y cuan equivocado estabas.

Quedas a merced de cadenas
y dejas de creer en finales de cine
tu corazón es el esclavo
de un amor que realmente no existe.

Ícaro

Es cierto que no era un hada y menos de las encantadas,
Pero necesitaba su cuento más de lo que una mente pudiera imaginar.
No quería ser otra joven más que construía inmensos castillos en el aire,
Mientras reflexionaba si debía de renunciar a una sagrada y lacerante verdad.

Veintiún años cantando en lento sosegando al silencio.
Era obligatorio cerrar de una vez aquellos insomnes ojos,
De inapropiadas miradas que representaban demasiado.

Antes meditaba en exceso sobre si el tormento era romántico
Más donde dejaba eso a los placenteros colores del tierno amanecer
Acariciando y envolviendo afectuosamente al oscuro azul del cielo.

Quien mato primero al otro,
Imprudentes actos muy mal calculados,
Sombras proyectadas en las paredes de una casa abandonada,
Sospechas de veleidosos sentimientos que no se concibieron para amar.

Ciega y abatida sibila con el núcleo agonizante de un órgano de entrañas mutiladas,
Un corazón agónico que es incapaz de bombear sangre al resto de su marchito cuerpo,
Es el cadáver vivo y errante que vaga a través de las miles de historias, leyendas y fabulas.

Dónde acabó esta enmascarada fantasía,
Ella seguía sin ser un hada, carecía de alas,
Era el nuevo Ícaro acercándose al sol,
A un sol que se alejaba de una nueva mañana.