Al principio teníamos la luna roja a nuestro favor,
Nunca creí sentirme tan vivo bajo las luces de esta ciudad.
Las noches estaban incompletas si no estabas tú a mi lado,
E hicimos una ardiente hoguera digna de la noche de San Juan.
Más puedo jurar que no sé cuando empezó todo este dolor
Y menos como ha derivado lo nuestro en esta terrible situación.
Ahora me has quemado con el fuego que habíamos creado,
Y sigues echando gasolina mientras buscas en otros el calor.
Por qué te esmeras tanto en destrozar
Los pocos buenos recuerdos que quedaron de los dos.
Estuve caminando a tu lado en terreno foráneo y conquistado,
Mientras tú callabas en vez de hablar y arreglar la atroz colisión.
En mis ojos se apagaba lentamente la apasionada llama
Y más al ver que en los tuyos no quedaba absolutamente nada.
Al principio teníamos el lugar a nuestro favor,
Pero el frío viento gris, brusco e inesperado giró
Y cuando todo el plan cambió,
Por ti me subí a un barco y tomé un avión.
Fui a verte incluso al otro lado del ancho mar,
Cuando tus palabras ya me habían fracturado hasta el interior,
Pero eso no te basto y siguió sin ser suficiente,
A pesar de todo no puedes negar que yo no estuviese allí presente.
Dibujé cada curva y línea de tu rostro,
Me aprendí un recorrido que dudo que otros hagan jamás.
Dios sabe que no tiré la toalla ni el corazón,
Hasta que no encontré salvación alguna a esta relación.
Me convertiste en un ángel,
Y ahora me has convertido en el mismo Diablo.
Llévenme a hombros por la puerta grande
De ese abrasador e infernal parque temático.
Sigo aquí a punto de consumirme,
Como la plomiza ceniza en el cenicero,
Del cigarro encendido en vías de extinción.
Por favor, golpéame con un atizador y déjame ciego,
No quiero ver en lo que tú si te estas convirtiendo.
Poco a poco se quiebra tu máscara de amañada realidad.
Y se ve la verdadera persona que ocultabas y evitabas mostrar.
No podía obrar milagros y sacar un mundo perfecto de donde no lo hay,
Y más si lo que tú hacías era llorar falsas lágrimas con los brazos cruzados.
Siento que he sido el bufón necio que luchó con todas sus fuerzas hasta el final.