lunes, 26 de abril de 2010

A la deriva

Tu vanal diosa
que me bautizaste como náufrago,
enviándome sin compasión al exilio,
descartando mi alma a tu isla del olvido.

Ahora, vienes a saciar mi sed,
ahora que ya no puede ser saciada,
ahora, vienes a calmar mi hambre,
ahora que ya no puede ser calmada.

Intentas obtener la redención de tu pecado,
pero ya no hay más perdón
que el que mora en la tumba
de mi corazón putrefacto.


jueves, 15 de abril de 2010

Bienvenido al Jardín del Bien y el Mal

Yo siento luego existo
Y todos guardamos bien ocultos
Nuestros auténticos secretos.

Tan solo son las confesiones de un alma inconsciente,
¿Eres acaso mi amada flor carmesí?
Gloria y depravación, poder y esclavitud.

El trueno irrumpe en la noche
Como un invitado inesperado y descortés.
Acompañado por los acordes rotos de una sinfonía
En el antiguo jardín del bien y el mal.

Una parte de tu alma está ligada a mi canción
Y bajo su compás
Dibujaría hasta los fulgurantes fuegos de un rojo amanecer.

Una danza de resplandecientes luces en la lluvia
Hipnotizan a mis temores más profundos.
La clásica figura esculpida en mármol
Es un celestial concierto destinado al infierno y al pecado.

Me guías entre las densas sombras de la noche
Como si yo fuera un pájaro volando en libertad.
Y el sol se alza acallando los vientos de tormenta,
Filtrándose como un ladrón entre las ramas espesas.

Una aleteante libélula sobre el agua estancada,
Realiza su función dándole al paraje un toque de magia.
La figura está envuelta por el estival jazmín como una hiedra,
Mitigando el hediondo hastío de dichas aguas turbulentas.

Es la escultura que reposa en el arrullo de un lago,
Oscura como la noche y blanca como la luna,
Es el reflejo intangible de un espejo hechizado
Pero es tan vital como la respiración misma.

El poder y la magnitud de su presencia,
Acongojan a mi acorazado y afligido corazón.

Ella es el velo protector de mi existencia,
La flor más reluciente de toda esta naturaleza,
El secreto enmascarado de un oscuro jardín deslumbrante,
Desvelado por las pasiones mortales de dos extraños amantes.



miércoles, 7 de abril de 2010

¿Serías capaz de besar a un sapo?

Acaso importa el mundo
Y todo cuanto lo rodea,
Cuando ese mundo es solo una persona,
No importa el resto, ni el tiempo.

Somos quienes somos
Y hacemos lo que hacemos
Sin porqués, sin preguntar.

No elegimos a quienes amamos,
Nos movemos en un tablero,
Esperando la jugada del contrario.

A veces odiamos lo que tanto ansiamos,
Queremos lo que es imposible de alcanzar.

Cómo plasmarte en estas letras,
Cómo dibujarte en el papel,
Cómo componer una melodía que te evoque.

No me rodean las riquezas.
No tengo nada que ofrecer,
Salvo una sola cosa, quizás dos.
Las dejó a tu elección.

¿Mi alma o mi corazón?

Creó que me he perdido entre grandes esperanzas,
Aún estoy esperando que suene la música de fondo,
La banda sonora de nuestra película en blanco y negro,
La perfecta composición de nuestro beso perfecto.

¿Cuantas veces puede romperse un corazón?
¿Y cuantas recomponerse?
No ofrecí resistencia,
¿Quién es el cazador y quién la presa?

No obstante, un miedo siempre aflora
¿Habrá en ti autentica preocupación por mi?
Aún a pesar de haberlo hecho todo
De haber llegado a dónde he llegado.

Dame tu mano y colócala en mi pecho,
Sabes qué es eso, es mi corazón,

Y está roto...

Recuerdo con total precisión,
la primera vez que se desquebrajó.

Sólo en las películas hay falsos finales,
Aquellos que acogemos como verdaderos,
Pues solo allí se encuentran los paraísos perdidos,
son la lágrima en la lluvia de un profundo sueño en el abismo de los sentidos.