martes, 10 de enero de 2012

Extraña casualidad

Puede que jamás pueda verte por segunda vez ni aquí ni en otro lugar,
Que importa si es el tiempo el jugador que juega en nuestra contra.
La coincidencia se valió de esta pertinente ocasión,
Vayamos rápido a revolucionar esta extraña situación.

Son tus ojos los culpables de esta privación de mi sano juicio,
Son tus ojos los que captaron la atención de mi ígneo instinto,
Hechizo magnetizador de celestiales nebulosas y electrizantes figuras,
Me conduce derecho hacia el exilio en el interior de la misma locura.

Paso a paso me acerco,
Paso a paso me pierdo.

Sonríeme,
Sonríeme y deja a esa furtiva boca una fortuita acción,
Permite a este ciego ver al cegador sol de un amanecer bermellón.
No quiero seguir caminando entre las tinieblas de mi propia oscuridad.

Gracias a ti sé que existe la luz en esta compacta opacidad,
Esa que envuelve y ata fuertemente a mi alma abatida.
Hiedra venenosa que se extendió por mi mente dividida,
Clavó sus férreas espinas desgarrando mi dulce y tierna carne.

Golpéame con esa intensa mirada,
Golpéame con esa tímida sonrisa,
Corta las ataduras que me encadenan y amordazan,
Fascíname como nunca lo había hecho antes nadie.

Paso a paso me acerco,
Paso a paso me pierdo.

Bésame suave,
Bésame lento,
Paraliza el corazón de mi pecho,
Deja fluir la magia en nuestro cósmico encuentro.

Hemos atravesado la otra dimensión,
Baila conmigo hasta quemar el firmamento.
Ardamos más que las estrellas de todo el universo,
Demos rienda suelta al fuego que emana de nuestros cuerpos.

Aprovechemos y hagamos único este momento.