Con la festividad de mañana,
Publico una pequeña composición,
Acorde con toda la parafernalia montada.
…
No era más que un juguete en construcción
En la lóbrega factoría del infierno,
Los mineros trajeron ácido y carbón a los hornos,
Para fortalecer su cuerpo y sus huesos.
Soy el amo de este tangible mundo, decía.
Los hilos y el titiritero,
No habrá amor ni compasión,
Sólo lloverán los fuegos del averno.
No pienso cantaros una canción,
Sólo devorar las estrellas del cielo
Y arrastraré conmigo a mi paso
El peor de todos vuestros lamentos.
Seré la pesadilla de la que huyes
En tus dulces y angelicales sueños,
Lucifer me nombró su austero emisario,
Y de suculentas almas me alimento.
Ahora tengo un nuevo encargo,
Dime, si bajo la oscuridad de tu lecho,
Está escondido el vil y perverso monstruo
Que arrancará con afán el corazón de tu pecho.
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