lunes, 25 de octubre de 2010

Luces de ciudad

Las luces en la calle pasan demasiado rápido,
Pero hemos ralentizado el tiempo en nuestra habitación.
Yo tenía el corazón destrozado,
Entonces llegó un mensaje seguido de una conversación.

Perdidos entre la multitud de una ciudad dormida.
Pensaba que nada de esto rozaría la perfección,
Entonces es cuando la realidad superó al sueño
Y me hace pensar en que no quiero volver a soñar jamás.

Caminaba indiferente por esta vida,
Sin tener en cuenta
Que en ella podía haber alguien como tú.

Pasaron los días,
Y ahora, sin ti, mi vida esta vacía,
Me desvanezco como el sigiloso humo
Dejando en el suelo sólo las cenizas.

Me he vuelto demasiado dependiente,
No soy más que un adicto a tu calor,
Me faltas en extremo como el oxígeno
Y no consigo alcanzar la respiración.

La distancia es el peor de los enemigos,
Un afilado cuchillo de doble filo.
Las horas son en exceso lentas y eternas
Cuando miro el teléfono y no hay noticias nuevas.

Estoy perdiendo el control,
Es la contradicción de todo en cuanto creía.
De repente, el mundo desapareció
Cuando escuché por primera vez aquella dulce voz.

Aun recuerdo aquella llamada,
Veía al resto de la gente pasar
Como si fueran pequeñas borrosas manchas
En un paisaje de fotografía artística.

Me desespera tanto tenerte tan lejos
Sintiéndote a la vez tan cerca.
Es una larga espera que me desangra,
Una herida interna que no cierra.

Eres el sol que deslumbra mis días
Y la luna que ilumina mis noches.

Las luces en la calle pasan demasiado deprisa,
Pero hemos ralentizado el tiempo en nuestra habitación
Exentos de los sueños de esta ciudad dormida,
Hemos creado un mundo con los acordes de nuestra propia canción.



No hay comentarios:

Publicar un comentario