domingo, 16 de mayo de 2010

El cazador cazado

Revolviendo el baúl del pasado,
encontré esta composición,
tendrá aproximadamente ya unos 5 años.

Me pareció bastante hermosa y profunda,
llena de recuerdos, unos buenos, otros no tanto
pero en general bastante propia,
sobretodo para el blog,
así que espero que os guste.


Se titula El cazador cazado.


Ella evita mi mirada,
Se siente incomoda a mi lado,
No quiero cruzarme con sus ojos,
Pues abaten mis fuerzas.

Soy incapaz de luchar contra ella,
Esos ojos frente los míos,
Es un frío duelo en el que
Vencer me cuesta mi propia alma.

Oscuros, grandes y expresivos
Me hipnotizan, me dejan sin aliento,
Ella tiene el control de la situación.

Y al sonreír con sus carnosos labios,
Dulces como el más exquisito manjar
De una perfecta dentadura
Blanca como la misma luna llena.

Justo en ese momento me convierto en la presa
Presa de su encanto,
Presa de su instinto cazador,
Presa de todo cuanto la engloba.

Ella es de mi cuento de hadas, la princesa.
Su boca se mueve con mórbidos movimientos
Al igual que cuando el viento arrulla
Y mece la copa de los altos árboles.

Entonces se alza su voz,
Comparable al canto de una altiva sirena.

Tan atractiva y tan bella,
Que los pájaros dejan de cantar
Tan sólo para poder escuchar.

Con ello me deja inmóvil
Soy incapaz de moverme,
Sólo puedo ver y oír, nada más.

Soy presa de su hechizo
Hechizo de una gran hechicera
No necesita pociones,
No necesita esotéricos artilugios.

Sólo el sonido de una voz,
Con tan sólo una mirada.

Dejas de ser el cazador
Y te conviertes en la inocente presa
Que en un claro, la muerte aguarda.


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