miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cielo grisáceo

Hace retumbar todos los cristales que albergan las paredes,
Vibran los cimientos y la oscuridad me envuelve.

Parece desquebrajarse y despedazarse el cielo,
Una luz deslumbra con insólita fuerza a mi visión.
El poder y la magnitud de su presencia
Acongojan a mi pobre y acorazado corazón.

Ruge el viento con la furia de titanes,
Se aproximan tambores desde el vestíbulo de la gran montaña,
¡La colosal lluvia cuan similar es
A un ejército sediento de almas y sangre!

Sus afiladas gotas caen como flechas
Atemorizando a los espíritus de la naturaleza.
Es el fragor de la batalla que anuncia la llegada
De la gran tormenta que está invadiendo mi morada.


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