Veritas

Mezcla todas las drogas del mundo,

Naturales o sintéticas,

Agítalas en un cóctel

O inyéctalas en las venas.

Eres esclavo del momento

Y prisionero de este tiempo.

El autista asombrado

Que mira al firmamento.

Sólo tienes dos caminos en el circuito de tu mente,

Testigo presencial de esta colisión inminente.

El resultado te enloquece, te retuerce y te quema.

Puede ser el sueño más hermoso junto con la luna y las estrellas.

Quizás veas la otra cara de la oxidada moneda,

El delirio y la congoja que en tus vísceras se enredan.

Unos luchan por ella,

Otros la esquivan y la ignoran.

Será como besar al príncipe en sus sensuales labios,

Para convertirlo con fervor en un horrendo y deforme sapo.

Has abierto la puerta con inconsciencia inocente

A una realidad para tu desgracia te estremece,

Vagas turbado en la bruma bajo la noche que acontece.

Intentas comprender la lección que te has perdido.

Más caes en la cuenta de que no es parte de tu olvido.

Y ahí estaba ella encubierta por la resplandeciente cúspide,

De una pirámide construida por la misma hipocresía,

Pero tu curiosidad ha derribado cada piedra que la alzaba,

Y ahora se muestra para tu asombro la luz de un nuevo día.

Y la protagonista de estas letras

Cuya historia es plasmada,

Nos es nada más, ni nada menos,

Que la verdad que en mi testa se encama.

Ella que llega inesperada, como una flecha certera,

Te embriaga, te abraza, te inmoviliza y te apalea.

Más el osado corazón distraído de tu pecho,

Que galopa asombrado y sorprendido en su lecho,

Puede quedar a merced del más cautivador de los hechizos

O ser apuñalado sin previo aviso por el más retorcido de los destinos.